El que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse…

¿Te cuesta trabajo “dejar ir” “soltar” “mandar a freír espárragos” a esa persona?

Hazte un favor y ya deja que finalmente las cosas se rompan, deja de esforzarte por mantenerlas pegadas, solo lograrás agotarte emocionalmente y al final caerán.

Quizá dirás: ¡Está loca!, ¿Rendirme después de todo lo que he luchado y dejar que todo se derrumbe?. Y sí, si has leído alguna de mis entradas previas, sabes que en realidad soy partidaria de luchar por reparar antes de abandonar, pues estoy en contra de esta nueva forma de “amor desechable”; pero sí has luchado y te has esforzado demasiado por mantener una relación a flote sin que el empeño sea reciproco, quizá sea hora de desistir y soltar lo que solo te entristece, consume tu paz y productividad. Hacer demasiado esfuerzo por mantenerte unido a alguien, nunca es buena señal.

Al fina, lo que está destinado a irse se irá de todos modos, será inevitable, pero podemos evitar que genere más dolor y desilusión, nos permitirá reconstruirnos para esperar y reconocer lo bueno que nos puede ofrecer la vida y piensa que siempre lo que tenga que quedarse y es para nosotros seguirá ahí y aplica para todo tipo de relaciones e incluso cosas, trabajos, casa, autos, amigos y por supuesto, grandes amores…

Es importante dejar de pensar que ya no hay nada bueno para ti, que no encontrarás otra “oportunidad” ,”amor” o “persona”, los miedos son lo que nos ata a muchas cosas que ni siquiera nos hacen en realidad felices. Piensa que solo cuando tu viaje de vida termine, terminarán las posibilidades, pero hasta ese momento, deja que todo lo que tambalea en tu vida y no aporta nada bueno, se derrumbe, ya deja ir.

“Solo que tienes que dejar de contener lo que hay que dejar ir”.

Hay un dicho cierto y que muchas veces seguro la habrás leído:

“Cuando una mujer se desenamora, lo hace en silencio, lentamente, sin hacer ruido, hasta llegar al punto de no retorno”.

Y estarán de acuerdo que no solo las mujeres, a muchos hombres también les pasa… A veces soportamos tantos “errores” y decepciones de las personas que queremos, admiramos y amamos, que permitimos que nuestra pareja piense que jamás seremos capaces de abandonarlos, por más que sigan lastimándonos, mintiéndonos o usándonos.

¿Qué piensas de esto? , ¿En verdad quieres esperar y llegar al limite, a que llegue “la gota que derrame el vaso” en donde ya quedaste muy lastimado/a y vas a seguir perdiendo meses, o años?.

Debemos entender que las personas no cambian, solo modifican momentáneamente su conducta para no perder lo cómodo, lo disponible; pero una vez que permites que te falten al respeto, no te tomen como prioridad y que piensen que pueden disponer de ti y tu tiempo, o peor aun… que ellos entiendan y te vean como una persona que puede ser desechable para lo bueno, pero cuando te necesiten en las malas (o las aburridas), saben que pueden tronar los dedos y volver a llamarte como si nada ( al fin que siempre regresa ) seguirán siendo los mismos, tratándote como se los permitas, para bien o para mal…

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Además, cierto es que:

“Cuando el amor se apaga dentro del corazón, nunca más vuelve a encenderse.”

Quizá hay una ilusión, esa que alegra nuestro corazón y hace volar la mente al pensar en esa persona y sentirnos de nuevo “amados”, pero por desgracia, no es lo único que vuelve… a la menor provocación vuelve también a nuestra mente lo que nos hizo alejarnos, esa sensación del engaño, de dolor y siempre, o la mayoría de las veces queda dañada la confianza. No te permitas vivir con resentimiento, bajo esa falsa felicidad, eso tampoco te hará feliz.

La cadena que te sujeta es larga , pero sigue si si una cadena.

No todo es malo, sé que hay historias en donde ambas partes quieren luchar y hacer prosperar la relación, pero si no ves reciprocidad, no te lastimes, cuando alguien nos quiere y/o ama, se nota, pero cuando no, se nota más. No te engañes por algo momentáneo, mejor trata de sanar y esperar a una persona que te ayude a construir una relación con las características que deseas y que te de el respeto y cariño que mereces, te aseguro que siempre hay alguien para nosotros y depende de nosotros prepararnos para recibirlo, cuidarlo y saber hacer que crezca…

No pierdas la fe, el ánimo y sobre todo, no te pierdas a ti, por tratar de agradar a alguien más.

ViviendoElYoQuéSé…