top of page
Foto del escritorLa Anna Méndez

¿Te gustan las luciérnagas? Aquí te cuento su leyenda y el por qué de su Luz.

Te has preguntado ¿Por qué las pequeñas luciérnagas brillan en la noche?

Si buscamos leyendas o cuentos sobre las luciérnagas, notarás que el brillo que emiten sus colitas suele ser relacionado en los relatos con el fuego, la luna o la magia; pero la verdad es que poco tiene que ver.

En realidad este brillo, o bioluminiscencia es emitido como un cortejo para llevar acabo la reproducción (para atraer a los individuos del sexo contrario).

El brillo de la luciérnaga es generado por un conjunto de órganos lumínicos localizados debajo del abdomen, que desde ahora y en este relato le diremos “Su pancita”, aquí ocurren una serie de reacciones, que cuando el oxígeno se combina con adenilato de luciferina, pirofosfato y otros elementos, se produce luz y calor, a lo cual se le llama “Bioluminiscencia” ¿¿¿Whaaaaat ??? ¡Siii, un fenómeno parecido al que se observa en algunas playas!, que al combinarse con Microorganismos y calor, produce un hermoso brillo visible en un ambiente de obscuridad.

Pero ya que aclaramos cómo sucede, te contaré algunas de las más famosas leyendas de este hermoso animalito, no sin antes contarte que ellos comúnmente habitan en las zonas acuáticas en América y Asia principalmente y esto en épocas cercanas al verano, pues les gustan las zonas cálidas y húmedas para vivir.

Pero también debes saber que estas hermosas criaturas están en peligro de extinción, en gran causa por la utilización de químicos en ecosistemas acuáticos y que cada vez hay menos sitios que coadyuven a su reproducción, esto debido a la contaminación lumínica producida y a la cada vez mayor invasión de su hábitat por nosotros, los humanos.

Pero pasemos a la parte divertida…

“Conoce la leyenda Maya de la luciérnaga”

“Cocay“: El pequeño insecto volador, el más ágil, rápido y conocedor de la selva”

Se dice que en los comienzos de la tierra (El Mayab), existió un hombre que podía curar cualquier enfermedad y lo hacía solo con una pequeña piedra verde que sacaba de su bolsillo al mismo tiempo que susurraba unas palabras y con esto, por arte de magia, las personas se curaban de todos sus males.

Un día, el curandero salió a dar una largo paseo por la selva, caminó tanto que, exhausto, decidió dormir un rato bajo un árbol, pero su descanso se vió interrumpido por una intensa lluvia y sin pensarlo salió corriendo a refugiarse, sin darse cuenta que en la veloz carrera la pequeña piedra verde salió volando de su bolsillo.

Cuando por fin llegó a casa, una mujer lo esperaba con su pequeño hijo en brazos para pedirle que lo curara, el hombre llevó la mano a su bolsillo buscando la piedra, pero no la encontró.

Entonces se preguntó ¿cómo encontrar algo tan pequeño, en una selva tan grande y lo antes posible?. Desesperado y pensando que sería muy difícil encontrarla, decidió pedir ayuda a Cocay, pues él, además de ser un insecto ágil y veloz también conocía muy bien todos los rincones de la selva.

Cocay aceptó y se dio a la tarea de buscar la piedra, volando entre las hojas, las ramas, las piedras y hasta sobre el cause del riachuelo por el que pasó saltando el curandero camino a casa, todo sin tener fortuna. Pero el pequeño-gran Cocay no se daba por vencido, pues tenían que curar al niño, así que a pesar del cansancio, siguió buscando hasta caer la noche; el pobre Cocay no quería parar, pero no podía seguir buscando en la obscuridad, lloró tan desconsolado que la naturaleza en recompensa a su valor le ofreció una herramienta para seguir la búsqueda… ¡su pequeño cuerpo empezó a brillar! ya iluminado, el pequeño insecto siguió hasta encontrar la piedra verde.

Cocay llevó velozmente la piedra al curandero, éste sanó al niño y al ver al pequeño insecto brillar, se sintió tan orgulloso que le dijo:

– “Has demostrado tu entrega, esfuerzo y perseverancia. Tienes luz propia, pequeño Cocay y desde ahora la tendrás siempre. Tu cuerpo brillará como la esperanza en medio de la noche”.

Y desde aquel día, Cocay y todos los suyos se transformaron en hermosas luciérnagas.

¿Otras leyendas cortas?

La luciérnaga y la Luna:

En Tailandia, cuenta la leyenda que había una pequeña y tímida luciérnaga que no quería salir a dar su primer vuelo; al preguntarle la razón de por qué no quería, ella respondió “No tiene sentido, pues nunca brillaré tanto como la Luna”, de inmediato y sabiamente, le explicaron que el brillo de la Luna era variable, que no siempre brillaba de la misma manera, e incluso habría días que casi desaparecería, otros días se teñiría de rojo y algunos días, al igual que ella, sería pequeñita, pero no dejaría de brillar…

La pequeña luciérnaga así descubrió que ella brilla diferente, pero lo importante es que lo hacía con su propia luz y salió a tomar su lugar, iluminando orgullosamente un pedacito de la obscura noche .

“La luciérnaga y el fuego”

En América del Sur cuenta una leyenda Guaraní que las luciérnagas son seres creados por el dios Tupá y que éste, las creo semejantes al fuego ya que su misión era confundir al espíritu del mal que quería apagar las hogueras que daban calor y luz a los humanos que dormían en las montañas.

Cuando llegó el espíritu maligno a apagar el fuego, las pequeñas luciérnagas se posaron frente a Él, quien inútilmente sopló y sopló sobre ellas creyendo que eran fuego; ellas no dejaron de brillar, así que el malvado espíritu se rindió y se fue sin cumplir su objetivo, pero las diseminó por los bosques y por eso las encontramos dispersas siempre por las montañas.

Espero que te haya gustado leer las historias de las luciernagas, tanto como a mí me gustó escribirlas para ti.

Recuerda que todos brillamos con Luz propia, debemos cuidarla y hacerla cada vez más brillante.

-Con cariño para Lucy, Many, Michelle, MAriJo, SOfi y para Sofi “de verdad”-

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


Publicar: Blog2_Post
bottom of page